viernes, 14 de diciembre de 2012
miércoles, 12 de diciembre de 2012
domingo, 2 de diciembre de 2012
Lectura textos de Garcilaso: notas a la égloga III
Prosificación.
(estrofas 25-32).Nise regresa al fondo del río, donde dialoga con sus tres
hermanas y las
convence para que salgan al exterior y pasen la tarde en
el prado. Una vez allí,
cada una de ellas se dedica a su ocupación predilecta:
tejer finísimas telas
hechas con algas y filamentos de oro. El poeta se detiene
en describir con
detalle la escena que ha representado cada ninfa en su
tela relacionada con
hechos de la mitología clásica griega y romana. Nise, sin
embargo, ha
entretejido en su tela un caso real que ha tenido lugar a
orillas del Tajo: la
muerte y sepelio de la ninfa Elisa y el canto de
estremecido dolor del pastor
Nemoroso
(estrofas
39-47).Está atardeciendo cuando las ninfas abandonan su labor
para volver al fondo
del río. Justo entonces oyen la voz de un par de jóvenes
pastores llamados
Alcino y Tirreno. Ambos se dedican a cantar las penas que
les produce el
amor, alternando sus voces como en un diálogo que,
seguidos atentamente por
las ninfas, encarecen la hermosura de sus respectivas
amadas pastoras,
Flérida y Filis, con la esperanza de reunirse con ellas
al anochecer
15 Verdor, hierba.
16 A los ojos les costaba determinar por dónde iba el río.
17 Vio.
18 La emocionó.
19 Oscuro, pues no le llega la
luz.
20 Como trabajo; quizás se
trata de una expresión coloquial.
21 No tomó como tarea el
recuerdo de hechos pasados. El tema de su tejido es la muerte de
Elisa (Isabel Freyre) y el dolor de Nemoroso.
22 Alusión a su Toledo natal.
23 Se destruye el hiato por
sinéresis por lo que una palabra bisílaba computa métricamente
como una monosílaba.
24 Que, haciéndose estrecho, ceñía un monte casi alrededor suyo. Se trata del monte donde
está asentada la ciudad de Toledo (ver también los versos
211 y 212).
25 Habia es bisílabo, por sinéresis,
mientras que la h de hecho es aspirada e impide la sinalefa.
26 Alta.
27 Se refiere a los nobles
edificios de la ciudad de Toledo.
28 Norias.
29 Es trisílabo, por sinéresis.
Purpúreas: de color entre rojo y violeta.
30 Se refiere a la muerte del
personaje de Elisa. Garcilaso reproduce aquí una costumbre propia
de los antiguos griegos y romanos, quienes solían
depositar flores sobre los muertos.
31 Cabello suelto; en la
tradición literaria es sinónimo de tristeza.
32 Tendida y envuelta de las
hierbas que harían a modo de mortaja; quizás se refiera a la
muerte de Isabel Freyre por sobreparto de su tercer hijo.
33 La muerte de la ninfa se
presenta de una forma borrosa, sin especificarse la causa. El símil
de los dos versos finales no disipa el enigma, pero lo
poetiza con sus epítetos blanco cisne,
dulce vida, hierba verde. La armoniosa oposición se acentúa con el quiasmo del verso último:
adjetivo, sustantivo / sustantivo, adjetivo.
34 Excedía, superaba.
35 Inscripción funeraria.
36 En boca de ella.
37 Posible alusión a la
nacionalidad de la ninfa Elisa, identificada con Isabel Freyre.
38 Artesanal, hecha a mano.
39 Agradable.
40 Expresión de un sentimiento
doloroso.
41 Fruta prohibida.
42 Lugar donde se recoge de
noche el ganado y se refugian los pastores.
43 Antes de que anochezca (Lucero vespertino) . Se refiere a la aparición de Venus en el
firmamento, dotando de erotismo la escena, pues la diosa
Venus (Afrodita en griego) estaba
relacionada en la mitología latina con el amor, la
belleza y la fertilidad.
44 Arbusto silvestre cuyas
hojas son de sabor amargo.
45 Estructura condicional
donde, de manera irregular, la apódosis o elemento subordinado va
primero (siempre yo te sea amargo…) y después la prótasis o elemento principal (si más que
yo el murciélago desea la oscuridad…). Vendría a decir que Alcino ama la oscuridad como los
murciélagos y odia la luz como se puede
detestar el gusto amargo de la retama o la imagen de
un tronco sin ramas, por lo que desea que
acabe el día, pues dura ya demasiado su
sufrimiento.
46 Detesta, odia.
47 Tan grande.
48 Viento suave de poniente. En
realidad son dos nombres para un solo viento, el primero en
latín y el segundo en griego. En ambos casos son nombres
de vientos cuyo significado radica
en que favorecen la vida.
49 Es decir, van adornando la orilla del río con flores
de color rojo, azul y blanco.
50 Que sopla con fuerza.
51 Rocosa, áspera.
52 Echa a tierra, derriba.
53 Alimento.
54 Alusión a la cornucopia, o
cuerno de Amaltea, del que rebosan flores y frutos en abundancia,
término del que es símbolo.
55 Planta perjudicial para los
sembrados.
56 Garcilaso sigue aquí un
viejo tópico que vincula la abundancia de la naturaleza con la
presencia de la amada: cuando ella está, nacen flores y
brota la vegetación; cuando se
ausenta, la tierra se puebla de malas hierbas (abrojos).
57 Sitio poblado de árboles y
arbustos.
58 A su pesar.
59 Anteriormente.
60 Es uno de los nombres de
Hércules.
61 El Sol. Evidente epíteto.
62 Venus, la diosa del amor,
eligió el mirto como árbol propio porque, en cierta ocasión, le sirvió
para protegerse del acoso de un sátiro.
63 Arbusto.
64 Sauce.
65 A partir de hoy.
Lectura textos de Garcilaso: égloga III (fragmentos)
Tras una dedicatoria a una dama de alto rango llamada
María, a quien el poeta
colma de alabanzas (estrofas 1-7), Garcilaso se centra en
la historia de cuatro
ninfas que viven en el río Tajo, justo al pie de la
ciudad de Toledo, lugar de
nacimiento del poeta. Una de las ninfas, Nise, saca la
cabeza de las aguas y
queda conmovida por la belleza del paisaje (estrofas
8-10).
[8] Cerca del Tajo, en soledad
amena,
de verdes sauces hay una espesura,
toda de hiedra revestida y llena
que por el tronco va hasta el altura 60
y así la teje arriba y encadena
que’l sol no halla paso a la verdura;15
el agua baña el prado con sonido,
alegrando la hierba y el oído.
[9] Con tanta mansedumbre el
cristalino 65
Tajo en aquella parte caminaba
que pudieran los ojos el camino
determinar apenas que llevaba.16
Peinando sus cabellos d’oro fino,
una ninfa del agua do moraba 70
la cabeza sacó, y el prado ameno
vido17 de flores y de sombra lleno.
[10] Movióla18 el sitio umbroso,19 el manso viento,
el suave olor d’aquel florido suelo;
las aves en el fresco apartamiento 75
vio descansar del trabajoso vuelo;
secaba entonces el terreno aliento
el sol, subido en la mitad del cielo;
en el silencio solo se ’scuchaba
un susurro de abejas que sonaba. 80
Estrofas de la 25 a la 32
[25] La blanca Nise no tomó a destajo20
de los pasados casos la memoria,21
y en la labor de su sotil trabajo
no quiso entretejer antigua historia; 195
antes, mostrando de su claro Tajo
en su labor la celebrada gloria,
la figuró en la parte dond’ él baña
la más felice tierra de la España.22 200
[26] Pintado el caudaloso rio23 se vía,
que en áspera estrecheza reducido,
un monte casi alrededor ceñía,24
con ímpetu corriendo y con rüido
querer cercarlo todo parecía 205
en su volver, mas era afán perdido;
dejábase correr en fin derecho,
contento de lo mucho que habia hecho.25
[27] Estaba puesta en la
sublime26 cumbre
del monte, y desde allí por él sembrada, 210
aquella ilustre y clara pesadumbre27
d’antiguos edificios adornada.
D’allí con agradable mansedumbre
el Tajo va siguiendo su jornada
y regando los campos y arboledas 215
con artificio de las altas ruedas.28
[28] En la hermosa tela se
veían,
entretejidas, las silvestres diosas
salir de la espesura, y que venían
todas a la ribera presurosas, 220
en el semblante tristes, y traían
cestillos blancos de purpúreas29 rosas,
las cuales esparciendo derramaban
sobre una ninfa muerta que lloraban.30
[29] Todas, con el cabello
desparcido,31 225
lloraban una ninfa delicada
cuya vida mostraba que habia sido
antes de tiempo y casi en flor cortada;
cerca del agua, en un lugar florido,
estaba entre las hierbas igualada32 230
cual queda el blanco cisne cuando pierde
la dulce vida entre la hierba verde.33
[30] Una d’aquellas diosas qu’en
belleza
al parecer a todas ecedía,34
mostrando en el semblante la tristeza 235
que del funesto y triste caso había,
apartada algún tanto, en la corteza
de un álamo unas letras escribía
como epitafio35 de la ninfa bella,
que hablaban ansí por parte della:36 240
[31] "Elisa soy, en cuyo
nombre suena
y se lamenta el monte cavernoso,
testigo del dolor y grave pena
en que por mí se aflige Nemoroso
y llama '¡Elisa!'; '¡Elisa!' a boca llena 245
responde el Tajo, y lleva presuroso
al mar de Lusitania37 el nombre mío,
donde será escuchado, yo lo fío".
[32] En fin, en esta tela
artificiosa38
toda la historia estaba figurada 250
que en aquella ribera deleitosa39
de Nemoroso fue tan celebrada,
porque de todo aquesto y cada cosa
estaba Nise ya tan informada
que, llorando el pastor, mil veces ella 255
se enterneció escuchando su querella;40
Estrofas de la 39 a la 47
[39] Tirreno:
Flérida, para mí dulce y sabrosa 305
más que la fruta del cercado ajeno,41
más blanca que la leche y más hermosa
qu’el prado por abril de flores lleno:
si tú respondes pura y amorosa
al verdadero amor de tu Tirreno, 310
a mi majada42 arribarás primero
qu’el cielo nos amuestre su lucero.43
[40] Alcino:
Hermosa Filis, siempre yo te sea
amargo al gusto más que la retama,44
y de ti despojado yo me vea 315
cual queda el tronco de su verde rama,
si más que yo el murciégalo desea
la escuridad,45 ni más la luz desama,46
por ver ya el fin de un término tamaño,47
deste dia para mí mayor que un año. 320
[41] Tirreno:
Cual suele, acompañada de su bando,
aparecer la dulce primavera,
cuando Favonio y Céfiro,48 soplando,
al campo tornan su beldad primera,
y van artificiosos esmaltando 325
de rojo, azul y blanco la ribera:49
en tal manera, a mí Flérida mía
viniendo, reverdece mi alegría.
[42] Alcino:
¿Ves el furor del animoso50 viento
embravecido en la fragosa51 sierra 330
que los antigos robles ciento a ciento
y los pinos altísimos atierra,52
y de tanto destrozo aun no contento,
al espantoso mar mueve la guerra?
Pequeña es esta furia comparada 335
a la de Filis con Alcino airada.
[43] Tirreno:
El blanco trigo multiplica y crece;
produce el campo en abundancia tierno
pasto al ganado; el verde monte ofrece
a las fieras salvajes su gobierno;53 340
adoquiera que miro, me parece
que derrama la copia todo el cuerno:54
mas todo se convertirá en abrojos55
si dello aparta Flérida sus ojos.56
[44] Alcino:
De la esterilidad es oprimido 345
el monte, el campo, el soto57 y el ganado;
la malicia del aire corrompido
hace morir la hierba mal su grado;58
las aves ven su descubierto nido,
que ya59 de verdes hojas fue cercado: 350
pero si Filis por aquí tornare,
hará reverdecer cuanto mirare.
[45] Tirreno:
El álamo de Alcides60 escogido
fue siempre, y el laurel del rojo Apolo;61
de la hermosa Venus62 fue tenido 355
en precio y en estima el mirto63 solo;
el verde sauz64 de Flérida es querido
y por suyo entre todos escogiólo:
doquiera que sauces de hoy más65 se hallen,
el álamo, el laurel y el mirto callen. 360
[46] Alcino:
El fresno por la selva en hermosura
sabemos ya que sobre todos vaya;
y en aspereza y monte d’espesura
se aventaja la verde y alta haya;
mas el que la beldad de tu figura 365
dondequiera mirado, Filis, haya,
al fresno y a la haya en su aspereza
confesará que vence tu belleza.
[47] Esto cantó Tirreno, y esto
Alcino
le respondió, y habiendo ya acabado 370
el dulce son, siguieron su camino
con paso un poco más apresurado;
siendo a las ninfas ya el rumor vecino,
juntas s’arrojan por el agua a nado,
y de la blanca espuma que movieron 375
las cristalinas ondas se cubrieron.
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