Fabio, las esperanzas cortesanas
prisiones son do44 el ambicioso muere
y donde al más activo nacen canas;
el que no las limare o las rompiere
ni el nombre de varón ha merecido, 5
ni subir al honor que pretendiere.
El ánimo plebeyo y abatido
elija en sus intentos temeroso
antes estar suspenso que caído;
que el corazón entero y generoso 10
al caso adverso inclinará la frente
antes que la rodilla al poderoso.45
Más coronas, más triunfos dio al prudente
que supo retirarse, la fortuna,
que al que esperó obstinada y locamente. 15
Esta invasión terrible e importuna46
de contrarios sucesos nos espera
desde el primer sollozo de la cuna.
Dejémosla pasar como a la fiera
corriente del gran Betis,47 cuando airado 20
dilata hasta los montes la ribera. […]
Más quiere el ruiseñor su pobre nido
de pluma y leves pajas, más sus quejas
en el
bosque repuesto48 y escondido,
que agradar lisonjero las orejas
de algún príncipe insigne, aprisionado 50
en el metal de las doradas rejas.49 […]
Iguala con la vida el pensamiento,
y no le pasarás de hoy a mañana,50
ni aún quizá de un momento a otro momento. 60
Apenas tienes ni una sombra vana
de nuestra antigua Itálica,51 ¿y esperas?
¡Oh error perpetuo de la suerte humana! […]
¿Qué es nuestra vida más que breve día
do apenas sale el sol cuando se pierde
en las tinieblas de la noche fría?
¿Qué más que el heno, a la mañana verde, 70
seco a la tarde? ¡Oh ciego desvarío!
¿Será que de este sueño se recuerde?52 […]
¿Piensas acaso tú que fue criado 100
el varón para rayo de la guerra,
para surcar el piélago53 salado,
para medir el orbe de la tierra
o el cerco por do el sol siempre camina?
¡Oh, quien así lo entendiese, cuánto yerra! 105
Esta nuestra porción, alta y divina,54
a mayores acciones es llamada
y en más nobles objetos se termina. […]
Quiero, Fabio, seguir a quien me llama 115
y callado pasar entre la gente,
que no afecto los nombres ni la fama.55 […]
Un ángulo me basta entre mis lares,56 127
un libro y un amigo, un sueño breve,
que no perturben deudas ni pesares. […]
¡Qué muda la virtud por el prudente!
¡Qué
redundante y llena de ruido
por el vano, ambicioso y aparente! 165
Quiero imitar al pueblo en el vestido,
en las costumbres sólo a los mejores,
sin presumir de roto y mal ceñido.57 […]
Una mediana vida yo posea, 172
un estilo común y moderado,
que no le note nadie que le vea. […]
Sin la templanza, ¿viste tú perfeta
alguna cosa? ¡Oh muerte!, ven callada,
como sueles venir en la saeta;58
no en la tonante máquina preñada
de fuego y de rumor,59 que no es mi puerta 185
de doblados metales fabricada.60
Así, Fabio, me enseña descubierta
su esencia la verdad, y mi albedrío61
con ella se compone y se concierta.
No te burles de ver cuánto confío,62 190
ni al arte de decir, vana y pomposa,
el ardor atribuyas de este brío.63
¿Es, por ventura, menos poderosa
que el vicio la virtud? ¿Es menos fuerte?
No la arguyas64 de flaca y temerosa. […] 195
Ya, dulce amigo, huyo y me retiro
de cuanto simple amé; rompí los lazos:65
ven y sabrás al grande fin que aspiro
antes que el tiempo muera en nuestros brazos.66 205
44 Donde.
45 El poeta critica al hombre
innoble y ruin (el ánimo plebeyo y
abatido) que, por miedo al
poderoso, vive en la incertidumbre (el suspenso) con tal de no renunciar a sus ambiciones,
mientras que el hombre íntegro prefiere la derrota (el caso adverso) antes que arrodillarse ante
el poderoso.
46 Inoportuna.
47 Nombre latino del río
Guadalquivir.
48 Apartado, alejado.
49 Es decir, el ruiseñor
prefiere su pobre nido antes que contentar a un príncipe ilustre
(agradarle las orejas) con tono de alabanza
(lisonjero) y estar aprisionado en una jaula de oro.
50 Fabio debe adaptar sus
deseos a la vida real (iguala con tu vida el pensamiento), pues, de lo
contrario, no hará más que postergar una y otra vez la
satisfacción de sus ambiciones, lo que le
abocará a una frustración perpetua.
51 Itálica fue una importante
ciudad romana cercana a Sevilla de la que, en el siglo XVIII sólo
quedaban ruinas. El poeta cita esta ciudad antigua para
darle a entender a Fabio que no
retrase su cambio de vida, pues el tiempo pasa
inexorablemente.
52 Se despierte.
53 Mar adentro. Parte del mar
que dista mucho de tierra.
54 Es decir, nuestra razón, que
tiene origen divino y es, por tanto, una parte o porción de Dios.
55 Que no deseo ni el renombre ni la fama.
56 Lugarde origen de una
persona, hogar. También lugar de la casa donde se enciende el fuego.
57 El poeta afirma que quiere
llevar ropas humildes (imitar al pueblo en el vestido) pero sin
incurrir en el exceso de aparecer ante la gente con la
ropa rota o, tan descuidadamente
vestido, que parezca que sus prendas están sueltas (mal ceñido).
58 Aguja del reloj. La muerte
viene en la saeta. Es la visión barroca del inexorable paso del
tiempo.
59 Es decir, en el cañón que
suena como el trueno (es tonante).
60 La muerte no tendrá que
esforzarse mucho para acceder al poeta, pues la puerta de su casa
no está formada por resistentes planchas de metal.
61 Libertad para decidir lo que
uno quiere hacer.
62 No te burles de ver cuánta esperanza tengo.
63 Ni a la retórica, vacía y grandilocuente, atribuyas el tono decidido con
que hablo.
64 Acusar, tachar.
65 El poeta anuncia que
abandona las grandes ambiciones y deseos que en otro momento
sostuvo porque era ignorante (simple).
66 Es decir, antes de que el pulso deje de latir en
nuestras muñecas, antes de que nuestro
corazón se pare para siempre.
Actividades
1. Después de leer el poema y centrar tu atención en los
versos 172-174, ¿a
qué aspira el poeta? ¿A qué tópico literario se asocia
esta aspiración y de
qué poeta latino está tomado este tópico? ¿Qué otro autor
hispánico del
Renacimiento, y en qué composición poética, trató este
tópico?
2. Realiza un resumen del texto. A su vez, identifica las
dos partes en las que
se
puede dividir el poema: la introducción y el cuerpo o desarrollo. Identifica también el tema principal y los temas secundarios.
3. ¿Qué es una epístola? ¿Es un texto propio
de la literatura tradicional o
culta? ¿A qué género adscribirías esta
composición?
4. Establece la relación del autor con su
texto.
5. ¿En qué versos se pueden percibir ecos
manriqueños?
6. Visita la página web http://www.apoloybaco.com/literatura/index.php?option=com_content&view=article&id=24:andres-fernandez-de-andrada&catid=59:poetas-sevillanos-del-barroco
Con ese apoyo, el texto completo, más las
preguntas que ya has
contestado, realiza un comentario sobre la
importancia del tema de las
ruinas en el siglo XVII español y su conexión
con la situación histórica de la
España de los últimos Austrias: Felipe III,
Felipe IV y Carlos II (desde 1598
hasta 1700).
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