Ciudad sin sueño [Nocturno de Brooklyn bridge] (Poeta en Nueva
York, 1929-1930. Publicado en 1940)
No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabañas.
Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan
y el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinas 5
al increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros.
No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Hay un muerto en el cementerio más lejano
que se queja tres años 10
porque tiene un paisaje seco en la rodilla;
y el niño que enterraron esta mañana lloraba tanto
que hubo necesidad de llamar a los perros para que callase.
No es sueño la vida.77 ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
Nos caemos por las escaleras para comer la tierra húmeda 15
o subimos al filo de la nieve con el coro de las dalias muertas.
Pero no hay olvido, ni sueño:
carne viva. Los besos atan las bocas
en una maraña de venas recientes
y al que le duele su dolor le dolerá sin descanso 20
y al que teme la muerte la llevará sobre sus hombros.78
Un día
Los caballos vivirán en las tabernas
y las hormigas furiosas
atacarán los cielos amarillos que se refugian en los ojos de las vacas. 25
Otro día
veremos la resurrección de las mariposas disecadas
y aún andando por un paisaje de esponjas grises y barcos mudos
veremos brillar nuestro anillo y manar rosas de nuestra lengua.
¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta! 30
A los que guardan todavía huellas de zarpa y aguacero,
a aquel muchacho que llora porque no sabe la invención del puente
o a aquel muerto que ya no tiene más que la cabeza y un zapato,
hay que llevarlos al muro donde iguanas y sierpes esperan,
donde espera la dentadura del oso, 35
donde espera la mano momificada del niño
y la piel del camello se eriza con un violento escalofrío azul.79
No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Pero si alguien cierra los ojos, 40
¡azotadlo, hijos míos, azotadlo!
Haya un panorama de ojos abiertos
y amargas llagas encendidas.
No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
Ya lo he dicho. 45
No duerme nadie.
Pero si alguien tiene por la noche exceso de musgo en las sienes,
abrid los escotillones80 para que vea bajo la luna
las copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros.81
77 El poeta niega la famosa sentencia del dramaturgo barroco Pedro Calderón de la Barca
quien presenta la vida como algo ilusorio y pasajero (ver su obra La vida es sueño), un sueño
del que sólo despertamos con la muerte y el renacer a la vida eterna. Pero la noche neoyorkina
despierta en Lorca unos sentimientos muy distintos a esa vida cristiana: para el poeta, la vida
en la gran urbe no es sueño (en el doble sentido de descanso físico y mental y de ensoñación,
ilusión, fantasía), sino un estado permanente de vigilia que se convierte en una maldición y una
pesadilla. Las iguanas y los cocodrilos amenazan a quienes no duermen o huyen con el
corazón roto, y los muertos no descansan y continúan sufriendo, pues no se renace a otra vida
(ver vv. 4-11).
78 Muy afectado por un desengaño amoroso, Lorca realiza un viaje a los Estados Unidos en
1929 y proyecta su profundo dolor en la ciudad de Nueva York, que es, para el poeta, símbolo
patético del sufrimiento, una ciudad dominada por la muerte porque de ella ha desaparecido el
amor pero donde, paradójicamente, no es posible la muerte y el olvido (ver vv. 17-21).
79 En las dos últimas estrofas Lorca se refiere probablemente a la resurrección de los muertos
previa al Juicio Final (Apocalipsis 20, 11-15). La metrópoli deshumanizada lorquiana aniquila
todo lo que es natural, como el cielo, los astros, las mariposas, el paisaje, las dalias, las
vacas,…
80 Trampilla situada en el piso de los escenarios que se utilizan para hacer salir o desaparecer
de la escena personas o cosas.
81 Frente a la tenue esperanza a que apunta la resurrección en las estrofas tercera y cuarta, la
última estrofa es desoladora: el poeta alerta al mundo de que nadie debe caer tentado en negar
la cruda realidad y la verdad desnuda en el teatro (ilusión, sueño) de la vida.
Actividades
1. ¿Qué impresiones recoge el estado de ánimo del poeta de la ciudad de Nueva York y cómo lo expresa?
2. Tras una lectura más profunda podemos apreciar como el mundo de los sueños se apodera del poema. ¿Qué atmósfera crea el poema con este mundo onírico? ¿Qué sentimientos expresa el autor? ¿Con quién se
solidariza?
3. Ya hemos apreciado que en la tercera estrofa, el poeta nos ofrece una clave de lo que ha provocado una situación tan apocalíptica y surrealista de una ciudad donde la muerte se ha convertido en su señora. ¿Cuál parece el origen de tanto dolor?
5. Sin embargo, en las estrofas cuarta y quinta se vislumbra una esperanza. ¿En qué consiste esa esperanza (ten en cuenta el valor simbólico de los caballos, las mariposas y las rosas (vv. 23-29)? No obstante, y antes de que llegue el día anunciado, ¿qué panorama nos pinta el poeta en la última estrofa?
6. Comenta la métrica y la rima del poema.
7. Para que el poema sea tan hermético y, a la vez, tan angustioso, ¿qué figuras poéticas usa el autor ampliamente? Busca ejemplos.
8. Realiza un breve comentario que encuentre la relación entre algunos de los temas-tópicos del Barroco y el poema de Lorca teniendo en cuenta los versos 14-15 y 47-49.
9. El poema de Federico García Lorca pertenece a su etapa surrealista. Busca información y define brevemente que características recoge este movimiento estético de las vanguardias de la primera mitad del siglo XX.